Dueños de un amor inigualable, de un amor puro y sincero. Dos almas gemelas que se encuentran y comparten para siempre sus corazones. Hace tiempo que Ceci y Andrés están juntos compartiendo su vida, el matrimonio solo afianza el compromiso que mutuamente se declaran día a día, ese compromiso silencioso que afirman en cada mirada y sostienen en cada beso. Profundamente enamorados como el primer día, decidieron dar el “si” y dejar asentado lo que hace tiempo el destino tenia escrito para ellos. Fruto de ese amor, acompañando en cada momento, su pequeño Juan veía todo como una fantasía. Los hijos de Andrés colaboraron en todo momento, para que la boda de su papá se la que soñaron junto a Cecilia. Dicen que la lluvia en el día de bodas es índice de buenos augurios, y esa noche sin dudas debía ser así. Pero nada importo para celebrar el amor, para festejar juntos, rodeados de seres queridos con los ojos llenos de lágrimas al ver tan emotivas ceremonias. La lluvia quedo opacada por el cariño de los novios y poco a poco fue olvidada por todos. Ceci y Andrés festejaron su boda, celebraron su amor y brindaron por estar juntos… inmersos de la más sincera ternura y calidez familiar, abrazos de amigos, dicha y alegría. Muchas gracias por elegirnos. Fue un placer poder ser testigos de esta historia de amor.

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